Hoy además de compartir una receta con vosotros quería contaros un proyecto que llevábamos tiempo “cocinando” en nuestras cabezas mi amiga Arrate y yo y que hace dos semanas por fin pudimos llevar a cabo.

Estábamos buscando la manera de unir dos aficiones a las que dedicamos mucho tiempo y cariño y que creemos que tienen mucho que ver, como son el yoga y la alimentación saludable.

Un día hablando sobre cosas profundas 😉 como la búsqueda del bienestar y los factores que influían en nuestra salud y nuestro estado de ánimo, sacamos una conclusión: Para sentirse bien, además de trabajar en el pensamiento positivo,  hacer ejercicio y descansar adecuadamente, también era fundamental alimentarse bien.

Nos dimos cuenta que en las clases de yoga tradicionales se trabajaba la mente a través del pranayama, el cuerpo con las asanas y el descanso con la relajación guiada, pero normalmente no se trabajaba la parte de la alimentación. Con lo que nos pareció muy buena idea poder crear una experiencia en la que se fusionara el yoga con la alimentación y así surgió la idea de planear una jornada de yoga&brunch.

Empezamos a investigar y vinos que en otros sitios ya se hacía pero en Vizcaya no encontramos nada parecido, así que nos animamos a organizarlo nosotras.

La idea del brunch además de comer algo sano para cargar las pilas después del ejercicio, era también fomentar la parte social de desayunar juntos y aprovechar ese rato para compartir con el resto de compañeros.

Así que nos animamos a hacer una prueba, la escuela de yoga de Algorta Bhavana nos dejó el local y un grupo de amigos se animaron a participar. La verdad es que pasamos una mañana de domingo súper divertida.  Por cierto, gracias a todos los que vinisteis porque  fue una gozada tener unos “conejillos de indias” como vosotros. Esti, Maite, Bea, Silvia…. Y a todos los demás, muchas gracias por animaros. Además de hacer yoga y compartir el desayuno, nos reímos un montón y sacamos muchas conclusiones para próximas ocasiones.

Nos parece un planazo, el buscar una alternativa para las mañanas del domingo durante el invierno, en los que en muchas ocasiones nos puede la pereza y acabamos tirados en el sofá. Es un una forma de cargarte las pilas para empezar la semana con otra energía. Un poco de ejercicio, un desayuno, un rato de tertulia con la gente…y sales como nuevo.

Así que prometemos volver a la carga cuando ajustemos algunos temas de infraestructura.

Y como una de las recetas que hice para el brunch que más gustaron fue una avena puesta a remojo (overnight oatmeal, que suena mucho mejor), os voy a dar la receta.

La avena puesta a remojo es una receta perfecta para desayuno, se deja preparada la noche antes y a la mañana no tienes que preparar nada. Ideal para la gente que anda con prisa a la mañana. Además como se prepara en un tarro se puede llevar a la oficina y si se prefiere tomar caliente, se puede meter unos seguros al microondas. Se puede hacer con muchos ingredientes pero hoy os doy la receta básica acompañada de frutos rojos que es como la preparé para el brunch.

INGREDIENTES

– 1/2 taza de copos de avena♥ integral

-1/2 taza de leche de avena, de almendras o de vaca

-1/2 taza de yogur griego

-1 cucharadita de semillas de chia♥

-Endulzante al gusto (miel, sirope de agave, azúcar de coco…)

-Fruta fresca, en este caso he usado frambuesas

Para una opción vegana si no puedes o no quieres tomar lacteos, puedes eliminar el yogur o sustituirlo por uno vegetal de soja, coco….

PASO A PASO

1/ Se ponen todos los ingredientes en un bote, se tapa se agita para que se mezclen bien todos los ingredientes y se guarda en la nevera durante la noche.